Cuando me planteé crear este blog, fue porque necesitaba de manera increíble expresar con las letras un montón de sensaciones, emociones, percepciones..., momento que coincidía a raiz de la desgraciada perdida de Antonio Puerta (ojalá no hubiese creado nunca este blog, posiblemente entre nosotros seguiría aquella persona que con su muerte unió a dos aficiones, a una ciudad).
Y conforme pasaban los días, intentaba escribir y me planteaba contar todos los días una cosa nueva. Evidentemente, como habréis comprobado aquellos y aquellas que seguís este blog no ha sido así por multitud de cuestiones.
Hasta un día no sabía que escribir pero tenía ganas de hacerlo y comenzaron a salir palabras, frases, hasta completar un artículo. Que no decía nada, que eran incongruencias, pero bueno.
Pero hoy no es así, son muchas cosas las que podría y tengo que decir, pero quizás me muerda la lengua por los posibles "daños colaterales" que traerían, y no es sobre el tema que algunos o algunas podáis imaginar, os lo aseguro.
Sino que si me pusiese a despotricar me compararía, y no me merece la pena. Me desahogaré de este modo. Prefiero dejar las cosas tal cual. Podriáis pensar, que coño dice este tío, sino está diciendo nada. Puede ser.
Y amigo Manuel te doy toda la razón, que malo es el resentimiento cuando se guarda. Llegará un día en que el vaso rebose y eso es grave, gravísimo (coño, me parezco a uno que me sé). ¿Tan difícil es hablar las cosas, intentar aclararlas y dejarse de odios, rencores, e ir destapando cada dos por tres la caja de pandora?
Espero que como amigos, conocidos, compañeros, llegue el día en que no haya que hablar de estas cosas.
Y conforme pasaban los días, intentaba escribir y me planteaba contar todos los días una cosa nueva. Evidentemente, como habréis comprobado aquellos y aquellas que seguís este blog no ha sido así por multitud de cuestiones.
Hasta un día no sabía que escribir pero tenía ganas de hacerlo y comenzaron a salir palabras, frases, hasta completar un artículo. Que no decía nada, que eran incongruencias, pero bueno.
Pero hoy no es así, son muchas cosas las que podría y tengo que decir, pero quizás me muerda la lengua por los posibles "daños colaterales" que traerían, y no es sobre el tema que algunos o algunas podáis imaginar, os lo aseguro.
Sino que si me pusiese a despotricar me compararía, y no me merece la pena. Me desahogaré de este modo. Prefiero dejar las cosas tal cual. Podriáis pensar, que coño dice este tío, sino está diciendo nada. Puede ser.
Y amigo Manuel te doy toda la razón, que malo es el resentimiento cuando se guarda. Llegará un día en que el vaso rebose y eso es grave, gravísimo (coño, me parezco a uno que me sé). ¿Tan difícil es hablar las cosas, intentar aclararlas y dejarse de odios, rencores, e ir destapando cada dos por tres la caja de pandora?
Espero que como amigos, conocidos, compañeros, llegue el día en que no haya que hablar de estas cosas.
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