Cuando hablamos de rachas, creo que coincidiréis conmigo en que nos referimos a esa etapa, periodo o espacio de tiempo, más breve o más largo, en el que la fortuna o la desgracia, lo positivo o lo negativo nos afecta de un modo u otro.Aunque también podremos decir que hay momentos regulares, que ni fú ni fá.
A nivel mundial, europeo, nacional, autonómico, provincial, local..., llevamos una rachita que pa que.
Hoy escuchaba una idea, una frase, un pensamiento diría yo, en relación a la crisis que me hizo y me ha hecho pensar.
Y es que, y estoy de acuerdo en aquello, esta crisis económica viene asociada, y le afecta en un altísimo porcentaje, por una crisis del ciudadano. Por una crisis de los valores humanos, donde la avaricia y la codicia imperan. Es triste generalizar, pero para entendernos...
Cuantas veces no hemos hablado los de mi quinta aquello de "...estos niños y niñas de hoy no valoran nada...". Un ejemplo, antes teníamos un balón, dos o tres a lo sumo para divertirnos unos cuántos jugando al fútbol o al baloncesto. Hoy, un sólo niño puede tener en su casa varios él solo. Puede parecer esto una tontería, no sé lo que pensaréis, pero a mí me da que pensar.
Desde luego mucho tenemos que cambiar en este mundo y mucho tenemos que cambiar las personas. Mientras cerca de nosotros y nosotras mueran gente, de hambre o por las balas, y nos mantengamos en gran medida impasibles ante estas desgracias, por mal camino vamos.
El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Yo, muy a mí pesar, no puedo tirarla.
Pongamos nuestro granito por mejorar este mundo.
