martes, 15 de julio de 2008

Otra hijoputada

Más de cien años ha cumplido nuestra Plaza de Abastos Santa Marta. La de cosas que habrán visto y oído sus paredes durante todos estos años. Pero seguro que lo de hoy no se supera fácilmente. Vaya hijoputada.
La sensación de impotencia, de no saber porqué, el plantearte ¿tan poco vale la vida para algunos?, es enorme. Si ya de por sí ocurre cuando los ves en televisión, o lo escuchas en radio o lees en prensa, imaginaros lo que se puede sentir cuando vives en primera persona una desgracia como esta. Cumpliendo con tu obligación como representante del pueblo te acercas al escenario del atraco, y cuando ves a dos personas debatiéndose en el suelo entre la vida y la muerte, otros luchando por sus vidas, un compañero de ambos destrozado, sin rumbo..., te quedas sin palabras, con una cara de gilipollas que pa qué, de preguntarte una vez más ¿porqué?
Esperemos, y estoy seguro, que nuestras fuerzas del orden público detengan a este o estos malnacidos que han segado la vida de un padre de familia que cumplía con su trabajo. Y que de verdad pague o paguen por ello. Que el peso de la justicia recaiga sobre él o ellos. Y que no tengamos que lamentarnos diciendo eso de "ya están en la calle".
Desear una pronta recuperación al guardia de seguridad herido y nuestro más sincero pésame a la familia del fallecido y sus compañeros.