La semana pasada, oía en el informativo de Canal 12 que tendría lugar una conferencia o ponencia sobre la memoria histórica. Pero esta conferencia tendría otro cariz, bajo el título "La otra memoria histórica", el amigo Pedro Cantero contaría su versión particular sobre este asunto en la sede del PP. Y así fue, hoy nuevamente he vuelto a ver en los informativos citados un extracto de esa conferencia. La verdad sea dicha, no me ha sorprendido mucho el breve corte de la noticia. Digo que no, porque en varias ocasiones he tratado este tema con el ponente, además de haberlo escuchado en otras intervenciones televisivas. Y evidentemente, ni estuve, ni estoy, ni estaré de acuerdo con sus planteamientos. Por muchas razones, y las cuales brevemente intentaré explicar.
Amigo Pedro, es falso que con esta Ley se busque el enfrentamiento entre españoles y españolas, que se rompan los acuerdos alcanzados en la Transición, o que afecte a la convivencia,ni mucho menos que se vaya a romper el país. Creo entender que más o menos es ese el planteamiento hecho.
Desde luego, ese planteamiento es muy propio de los populares y la gente de derechas (que no digo que tú lo seas, no lo sé). Yo creo, sinceramente, que esta ley pretende todo lo contrario. Dar un paso más para afianzar nuestra democracia. Aunque te suene a manido, aquellos que no conocen su historia están condenados a repetirla.
Y sabes bien que una parte de la historia fue recordada, escrita, reescrita y re-reescrita durante cuarenta largos años de dictadura. Esa es la principal diferencia.
Dices que hubo crímenes y desmanes en los dos bandos. Por supuesto, quien niega lo contrario. Pero volvemos a lo mismo, mientras ha habido situaciones que no han permanecido en el olvido, que han sido recordadas y homenajeadas, ha habido otras que han sido ocultadas conscientemente. Y ya va siendo hora de dignificar a esas víctimas. No creo necesario recordarte, ni entrar en más detalles, sobre aquellas famosas Cruces de los Caídos.
Y mira, ni soy quien ni pretendo dar lecciones, pero he tenido la oportunidad de estudiar la etapa de nuestra Historia que va desde la II República a la Transición española. A nivel local y por ende general. Así, que creo que sé, un poquito al menos, no mucho, de lo que hablo.
Igualmente, hacías referencia a tu padre y tu suegro, y decías algo así como que a quién debían tus hijos creer, si a uno o a otro, dada la ideología de cada uno. Pues mira, mis circunstancias personales son muy parecidas a la de tus hijos. Un abuelo en un extremo y otro en el otro, tan distantes como los polos. Y cuando uno se hace mayor, y creces personal e ideológicamente, te vas dando cuenta de las cosas. No se trata de demonizar o glorificar a uno o a otro, solo de saber que ocurrió realmente. Ni buenos ni malos, eso queda para las pelis. No se puede generalizar.
E insisto, para nada creo que esta Ley de la Memoria Histórica llegue a dividir España como decís, o que vuelva a abrir heridas, sobre todo porque muchas no están cerradas, porque aún hay familias que no saben a que sitio llevar flores a sus muertos. Pero para nada estamos hablando de odio y rencores, todo lo contrario. Se trata, en definitiva de cerrar para siempre aquella etapa.
Y hombre, hablabas de las pasadas I Jornadas de recuperación de memoria histórica en El Viso. Decías algo de las medias verdades, en alusión a mi amigo José María Márquez. Mira amigo Pedro, este hombre dedicó su intervención a tratar la represión franquista durante la Guerra Civil en Sevilla, te repito, franquista. Te aseguro que de medias verdades nada de nada. Sobre todo te lo digo porque los datos que aportó son casi todos de su propia cosecha, pues lleva años investigando el tema.
Pero, existe una realidad que no puedes obviar. Te ofrezco algunos datos, fríos, pero datos. En la provincia de Sevilla fueron asesinadas unas 400 personas de derechas, mientras que solo en Sevilla fueron fusiladas 3.000 a causa de la represión golpista.Según algunas investigaciones, en casi el 90% de los pueblos sevillanos se produjeron fusilamientos de personas supuestamente de izquierdas a manos de los nacionales, frente a un 30% de pueblos donde se fusiló a alguna persona de derechas antes de ser tomados por las fuerzas de Queipo.
Para ir finalizando, aquellos y aquellas que crean que la II República fue una época dorada, de mar en calma..., están equivocados, simple y llanamente. Pero, a pesar de ser unos turbulentos en muchos aspectos, no se puede negar que hubo cosas buenas, que no dudarás. Y además, la Derecha tuvo su cota de poder durante dos años (bienio negro, por algo será el nombre), tiempo que no supo aprovechar, sino que empeoró la situación dando un paso atrás con la retirada de algunos avances sociales (cuando quieras hablamos de la conflictividad jornalera en esta época).
En fin, no me voy a extender más, muchas más cosas podría decir, será en otro artículo, termino ya para no aburrir a los pocos seguidores que tiene este blog. Espero que de algún modo u otro puedas leer esto y debatamos cuando y cuanto quieras.
Ah, y es verdad que hay casos como los que tu citastes, totalmente repudiables y deleznables provocados y ejecutados desde el lado republicano. Pero te vuelvo a repetir que durante más de cuarenta años, hubo quienes se encargaron de que no permaneciesen en el olvido. Ahora sí, termino, entiendo la recuperación de la memoria histórica, como la recuperación de un periodo que se inicia con la II República y llega a la muerte del dictador. ¿Hablastes de la Dictadura franquista desde el punto de vista de la otra mirada?
Pd.: El Premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass decía: “...Y creo que en España, si me permite este pequeño giro, fue muy adecuado y sabio dejar reposar la guerra civil durante unos años. Pero el tema no está acabado. Un día surgirá una generación que preguntará que pasó en realidad y que se les está ocultando. Como pasó aquí (en Alemania) con la generación del 68, que exigía aclaraciones a sus padres. Las preguntas irán llegando. Porque la historia no se puede dar por concluida. Porque nos alcanza. Hay que saberla afrontar. No se trata de un “mea culpa” continuo, sino de la conversión del sentimiento de culpa en sentido de la responsabilidad”.
