¿La botella medio llena o la botella media vacía? Seguro, diréis que según se mire, si se es más optimista o pesimista. De igual modo, con la entrada del 2008, un año más o un año menos.
Año este que hemos dejado atrás, en el que han sido muchas y variadas las circunstancias, los recuerdos, los buenos y malos momentos. Como en botica, ha habido de todo. Y me refiero en lo personal, otros seguro que ya han analizado lo sucedido en 2007 a otros niveles.
Y es que, 2007, será un año difícil para olvidar, como digo, por multitud de razones.
El año empezaba con las miras puestas en el 27 de mayo. Llegado el día, la candidatura en la que me presentaba, como sabéis el PSOE-A, obtenía un respaldo mayoritario de los visueños y visueñas, con once de diecisiete concejales.
Año, en el que un amigo se debatió entre la vida y la muerte tras un accidente de moto. Gracias a su fortaleza, a su ímpetu, a su amor propio, conseguiría el mayor triunfo: seguir viviendo.
Año, en el que empezaba a convivir y compartir mi vida de manera plena con otra persona.
Año, en el que nuestro grupo de amistades se incrementaba con dos personas más, Javier y Angela.
Año, en el que conocí la isla de Tenerife.
Año, en el que un familiar directo pasó días y días en la UCI tras varias operaciones, días que se hicieron interminables, y que afortunadamente ha tenido final feliz.
Año, en el que he podido asistir a nuevos matrimonios de los amigos de toda la vida. Y a uno muy especial, el de mi hermana.
Año, que terminábamos del mismo modo que el 2006, disfrazados.
Año, en el que al final, las alegrías y lo bueno han pesado más que las tristezas y lo malo en la balanza de la vida.
Año, en el que se han sucedido un sinfín de cosas más. Pero valga un botón como muestra.
Aunque suene a tópico, espero que todo lo malo del 2008 sea lo bueno del 2007.
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