El paintball (en español ‘bola de pintura’) es un deporte en el que los participantes usan pistolas de aire comprimido llamadas marcadoras (markers) para disparar pequeñas bolas con pintura a otros jugadores. En esencia es un juego de persecución complejo, pues los jugadores alcanzados por bolas de pinturas durante el juego son eliminados de éste.
Normalmente en una partida de paintball se enfrentan dos equipos con el fin de eliminar a todos los jugadores del equipo contrario o completar un objetivo (como capturar una bandera o eliminar a un jugador concreto).
Pues bien, ayer tuve la oportunidad junto a diez amigos, de disfrutar de esto que llaman deporte. No sé si todos lo considerarán deporte, lo que si es cierto, es que ejercicio se hace. Si no que nos pregunten como estamos.
Máscara protectora, chaleco protector, cubre cuello, un mono gris o marrón, adrenalina, estrategia, decisión, puntería, algún cardenal que otro, risas, fueron los ingredientes de una magnífica tarde en el Camping Oromana de Alcalá Guadaira, donde se encontraba el recinto donde jugar.
Experiencia ésta, que todos y cada uno de los que nos dimos cita ayer tarde, esperamos repetir. Una buena tarde la que pasamos, desconectando de la vida real y cotidiana, y por un tiempo nos sirvió para evadirnos a otro mundo.
Algunos o algunas, podrán pensar que se trata de algo violento, que fomenta la agresividad. Desde luego, no fue nuestra visión. Os animo a que lo probéis.
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