domingo, 8 de noviembre de 2009

Siempre en mi recuerdo

Los días pasan y pasan, pasan de un modo que no me doy ni cuenta. Tanto días han pasado que, hoy, acumulan ya dieciocho años, esos son los años que faltas a nuestro lado.
Si digo que no pasa un solo día sin que no me acuerde de tí, mentiría. Pero seguro que no lo hago si digo que todas las semanas hay algún instante en que se viene a mi cabeza tu figura.
Que seguro estoy que disfrutarías como yo de lo que hago, que seguro estoy que te indignarías como yo de las mismas cosas y con la misma gente, que seguro estoy que tus consejos serían los mejores del mundo para poder seguir día a día con las mismas fuerzas que tú tenías. Cuánto ha cambiado todo desde que no estás, aunque seguro estoy que desde donde estés, contemplarás y seguirás lo que pasa en este nuestro pueblo.
Cuánto me hubiese gustado disfrutar más de tí, aprender de tu sabiduría, de tu experiencia, de tu buen hacer, escucharte. Cuánto me hubiese gustado parecerme más a tí.
Algunas cosas que tanto te apasionaban, supistes inculcármelas, quizás insconscientemente, pero aquellas conversaciones de mayores, que un niño oía, escuchaba y miraba, con el paso del tiempo fueron creciendo en mi interior, hasta convertirme en uno de aquellos hombres con los que conversabas.
Las personas necesitamos espejos en los que mirarnos, modelos humanos a los que seguir. Pues cada día que pasa tengo más claro cual es la estela que quiero seguir.
Para mí, fuiste un hombre bueno, compañero, buen padre, marido y hermano, humilde y solidario.
Donde estés, esperando algún día poder volver a verte y besarte, un fuerte abrazo.

No hay comentarios: