sábado, 14 de noviembre de 2009

¿El tiempo lo cura todo?

Si me hago esta pregunta, he de decir que no lo sé.
Quizás deba pasar mucho tiempo para que, éste, cure algunas heridas. Sin embargo, seguro estoy que en la cicatrización de esas heridas ayuda muy mucho ese medicamento llamado "Indulgencia", un medicamento que combate el virus del rencor, del odio y del resentimiento. Ese virus que algunos, y algunas, parece que nacieron con él, y que como decía aquel anuncio de la cucarachas, nacen, viven y se reproducen. Pero claro, también mueren. Un poquito de fly fly, y fuera perros.
Recuerdo como con pluma cervantina desvariaban y calumniaban, lanzando preguntas e improperios, pero... ay aquel, que todo se volvió en su contra. Quisieron manchar y deshonrar, y finalmente la mancha de tinta china cayó sobre ellos, y ellas, así que para el resto de los días tendrán ese lamparón en su "inmaculada" camisa. Y decían, "yo me pregunto...", "y ahora que dirán...". Ganas me dan de reir, o de decir aquello que decía Chiquito en uno de sus chistes, "iho putarr".
Quizás, esa misma camisa que más de una vez cambiaron, vendiendo su alma al diablo para conseguir lo inalcanzable, tanto que, aún casi llegando a Finesterre, acabarán finalmente camino del precipicio. Aún quedan algunas ramitas en el árbol a las que agarrarse, pero el suelo está cada vez más cerca.
Son esos, que cuando hablan, lo hacen de un modo que dejan a las claras sus complejos de inferioridad históricos. Y es que el tiempo pone a cada uno, y una, en su sitio.
Afortunamente, y aquellos y aquellas que me conocen lo saben, no soy rencoroso, no digo que indulgente, válgame Dios, pero claro que puedo perdonar, pero no olvidar. Lo triste de todo, es que en demasiadas ocasiones pagan justos por pecadores, que injusticia.
En fin, que hoy me ha pillado el cuerpo con estos arrebatos, ni siquiera sé porque se me ha venido todo esto a la cabeza, pero negro sobre blanco queda. Por cierto, efectivamente, no todo vale.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dime de lo que presumes y de diré de lo que careces. Si no eres rencoroso no presumas de ello. ¿ Acaso todos los literatos han tenido la oportunidad de publicar un libro sin estar al lado del poder ?, Di conmigo que no. Piensa en tu libertad el día que no estés bajo los alas del poder. Y esto no es una amenaza, porque la realidad te coloca en el sitio que te corresponde por tu valía.

balla dijo...

De presumir nada. Por cierto, quizás debas tú aplicarte ese refrán estimado anónimo. Si supieses realmente de lo que hablo en este post a lo mejor verías las cosas de otro modo.
En cuánto a lo del libro, decirte que toda esta historia comenzó antes de, y se hubiese publicado igualmente. Te recuerdo que la biografía de Antonio León me la editó el PA.
Por último, si no es mucho pedir, da la cara, así quizás pueda aceptar tus consejos moralistas.
Un saludo.