
Hay días que me levanto pensando cual es mi papel en esta vida. Que por qué hago esto o lo otro. Si hice bien o no eligiendo tal o cual cosa. Si la decisión adoptada fue la correcta o no.
¿Demasiadas preguntas?, pues no lo sé, ¿algo de paranoia?, que se yo. Lo cierto y verdad, es que otras veces lo tienes todo muy claro. Sabes perfectamente que tu decisión es la adecuada, en el momento idóneo. Que tus palabras son las acertadas y que las formas también lo son.
Desde luego, hay veces que te sientas tranquilamente en el sofá, te pones a pensar en multitud de cosas, sin poder centrarte, y como humano que eres, te asaltan las dudas, los temores.
Sin embargo, hay otras en la que te sientas, te pones a pensar, y tu estado de ánimo es inmejorable, sabes y estás seguro del deber cumplido, calibrando y sobrellevando magníficamente el peso de la responsabilidad.
Que complicado es el ser humano. Su mente, su genética, su forma de ser, sus reacciones ante el bien y el mal.
Igual de complicado y entrevezado que este artículo.
Pero de un modo u otro, con un estado de ánimo u otro, triste o feliz, tranquilo o nervioso, cansado o activo, con sueño o vigilia, lo más importante en esta vida es poder acostarte y levantarte con tu conciencia, con mi conciencia, bien tranquila. Mientras lo consiga y sea así, puedo estar tranquilo conmigo mismo.
¿Demasiadas preguntas?, pues no lo sé, ¿algo de paranoia?, que se yo. Lo cierto y verdad, es que otras veces lo tienes todo muy claro. Sabes perfectamente que tu decisión es la adecuada, en el momento idóneo. Que tus palabras son las acertadas y que las formas también lo son.
Desde luego, hay veces que te sientas tranquilamente en el sofá, te pones a pensar en multitud de cosas, sin poder centrarte, y como humano que eres, te asaltan las dudas, los temores.
Sin embargo, hay otras en la que te sientas, te pones a pensar, y tu estado de ánimo es inmejorable, sabes y estás seguro del deber cumplido, calibrando y sobrellevando magníficamente el peso de la responsabilidad.
Que complicado es el ser humano. Su mente, su genética, su forma de ser, sus reacciones ante el bien y el mal.
Igual de complicado y entrevezado que este artículo.
Pero de un modo u otro, con un estado de ánimo u otro, triste o feliz, tranquilo o nervioso, cansado o activo, con sueño o vigilia, lo más importante en esta vida es poder acostarte y levantarte con tu conciencia, con mi conciencia, bien tranquila. Mientras lo consiga y sea así, puedo estar tranquilo conmigo mismo.
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