Tan lejos, tan cerca

Parece mentira como en tan corto espacio de tiempo estás en el corazón de Los Alcores y de repente estás en una de las puntas de España, Barcelona.

Y así es, porque el viernes tarde nos cogimos un vuelecito de Click Air, a eso de las nueve estábamos ya en la Plaza Cataluña (o Catalunya, como ustedes prefieran). Poco después, al Hotel Sant Pau.

Y es que la ocasión lo merecía, ayer sábado se casaba un buen amigo de aquellos maravillosos años de facultad, al que conocí allá por el mes de octubre de 1995, y con el que aún mantengo una buenísima relación. En la bella Iglesia de Santa Ana contrajeron matrimonio Eduardo y Tania, un sevillano y una barcelonesa; parte de la boda en catalán y parte en castellano, que mezcla. Enhorabuena Edu, quien te iba decir que te casarías nada más y nada menos que en Barna. La verdad que todo ha sido magnífico, pedazo de viaje, buen ambiente, gente encantadora, reencuentro con viejos amigos, batallitas por doquier. Lástima que el tiempo no haya dado para más y solo hayamos visto la Sagrada Familia a oscuras, parte de la Monumental de Barcelona también a oscuras y poco más, en otra ocasión será.

A eso de las tres y cuarto llegada a Sevilla; pero un poco antes, ya descendiendo el avión, asomado a una de las ventanillas, veíamos una localidad con varias iglesias y torres, ¿Ecija o Carmona?. Pues era Carmona, porque a los treinta segundos, pude ver ¡¡¡El Viso del Alcor!!!, que sensación. Pasamos por encima de Poliviso, observando claramente la nueva variante con sus rotondas, los techos de las naves, el Balcón de Los Alcores; cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos casi por la autovía y este rincón de Los Alcores ya no se divisaba.

Un fin de semana a todo ritmo, pero como os digo ha sido genial. Por tanto vayan nuevamente mis felicitaciones a Edu y Tania, o como diría ella felicitats.