jueves, 30 de agosto de 2007

Lo que nadie logró antes...



Hoy, cuando abría el correo electrónico, me encontraba un mensaje con el texto que a continuación sigue. Merece la pena leerlo con tranquilidad.



"Lo que nadie logró antes...

El reloj marcaba las 11:40 y un rato antes había corrido la noticia: el autobús del Betis había salido de Heliópolis con rumbo a Nervión sin que hubiera derbi de por medio. La multitud aguardaba bajo el mural de Santiago del Campo que preside la entrada principal del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y de pronto alguien vislumbró en la lejanía la llegada del autocar bético. Sevilla, que se entiende a sí misma, se rompió entonces de emoción y los gritos de «Betis, Betis, Betis» hicieron estragos en la piel de los componentes de la expedición visitante.
Ruiz de Lopera fue aclamado. Lo nunca visto. El consejero delegado aplaudió a la multitud con lágrimas en los ojos y repartió abrazos de consuelo entre sus anfitriones. Detrás de él, José León, Héctor Cúper, técnicos y futbolistas, todos de riguroso luto. Las lágrimas de Fernando Vega, amigo de Antonio Puerta, no pasaron inadvertidas.
Ya en el Foro del Centenario sevillista, donde se había instalado la capilla ardiente para velar a Puerta, Lopera se encontró cara a cara con José María del Nido, y el abrazo de dos hombres que desde hace mucho tiempo son acérrimos rivales conmovió a toda la ciudad. Nadie había logrado jamás un acercamiento así. Lopera se fundió también con José Castro... y con Juande Ramos. Otra imagen para el recuerdo.
El consejero delegado bético, lloroso, le dio el pésame a los familiares de Puerta y detrás de él lo hicieron todos los componentes de la expedición verdiblanca. Silencio y mucho respeto. La madre del jugador sevillista se agarró con fuerza a Héctor Cúper en otro momento de una emotividad extrema.
El capellán del Betis, Ángel Martín Sarmiento, ofició un responso antes de que el grupo visitante abandonara la casa del eterno rival, que en esta ocasión no lo fue. Vega seguía llorando al subir de nuevo a su autobús. Casi en la puerta del mismo, Manuel Ruiz de Lopera se encontró también con Luis Cuervas hijo. Y se abrazó a él. «Ya está con tu padre viéndonos desde el cielo... ¿Ves como tantas cosas no merecen la pena?», le dijo al oído. Y el Betis se fue humildemente de Nervión dejando para el recuerdo eterno un gesto que estremeció a todos los que lo vivieron.

(ABC de Sevilla. 30 de agosto de 2007)

QUE TODO ESTO NO CAIGA EN EL OLVIDO. GRACIAS ANTONIO
"

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