lunes, 6 de octubre de 2008

Cien

El tiempo pasa inexorable por delante de nuestras narices y no nos damos cuenta. Es verdad también, que hay veces en las que no queremos darnos cuenta. Tiempo que no se puede recuperar, ni para lo bueno ni para lo malo.
Dicen que el tiempo es el material del que está hecho la Vida. Por tanto, debemos cuidar este preciado material.
Pasan las horas, los días, las semanas, los meses, los años... ¿Sería capaz de acordarme lo que hice o hacía o pensaba hace un año? Imagino que no de todo, quizás de algo.
A veces, me pregunto como es que hay gente que pierde su tiempo leyendo estas líneas, hasta comentarios dejan. ¿Como puede interesarle a alguien, aunque sea lo más leve, lo que por aquí se dice?
Pues no lo sé, tampoco perderé demasiado tiempo en pensar en el motivo.
La cuestión es que ha pasado algo más de un año, y esta se convierte en la entrada 100 de este blog. Cien entradas en las que se han contado infinitud de cosas, cien entradas a lo largo de este tiempo en las que la mente se ha dejado llevar a través del teclado. Un explosivo cocktel de ideas, pensamientos, hechos, imágenes, experiencias...
Espero que sean muchas más.
Gracias a todos y todas los que llegáis y os detenéis en esta pequeña puerta y llamáis a su aldabón.

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